Cómo empezar: Tipos de telas

Antes de empezar a coser, debemos conocer los diferentes tipos de telas que existen y sobre los que vamos a trabajar, pues a la hora de dar forma a nuestras creaciones es imprescindible conocer el tipo de tejido con el que estamos tratando, ya que de ello dependerán cosas como el tipo de punto que daremos, o si será más susceptible de realizar a mano o a máquina.

Según su origen, las telas pueden ser vegetales, animales o artificiales:

-    Telas de origen vegetal: son aquéllas cuyos hilos son extraídos del reino vegetal, como el lino, el     algodón o el yute entre otros.

-      Telas de origen animal: son aquéllas confeccionadas con hilos de origen animal, como la lana (de  cabra, borrego o alpaca, por ejemplo) o la seda (producida por larvas de gusano).

-       Telas artificiales: son telas confeccionadas con hilos de fibras sintéticas, como el nylon, poliéster  o la lycra. 

Para la fabricación de prendas de vestir pueden emplearse uno o varios tipos de los tejidos mencionados, y de ello dependerá el tipo de prenda que confeccionemos y la utilidad que le daremos.

Existe una enorme cantidad de telas, destinadas a muy diferentes fines, pero nosotras nos centraremos en estudiar aquéllas que podamos emplear para crear prendas de vestir:

•  Acetato: fabricada con hilos de fibra de acetato de celulosa. Posee las ventajas de que no encoge, no se destiñe y no se arruga. Puede emplearse para lencería, blusas y vestidos.

• Acrílicos: tela artificial muy parecida a la lana, que sirve como alternativa a ésta.

• Alpaca: fabricada con fibras de lana de Alpaca, presenta aspecto fino y liviano. Algunos de sus usos incluyen suéteres y abrigos.

• Cachemira: es uno de los tipos de lana más valorados del mundo. Su tacto es suave y sedoso y su uso es signo de lujo y distinción.

• Chifón o Tul: tela liviana y semitransparente, empleada para elaborar blusas, faldas, velos, etc.

• Franela: tejido suave con superficie satinada empleada para la confección de chaquetas, vestidos, trajes o abrigos.

• Gabardina: tejido nítido, resistente. Se emplea para fabricar trajes, impermeables, uniformes.

• Gasa: tela muy fina elaborada con los hilos del gusano de seda. De tacto suave, semitransparente y liviana, ideal para vestidos y blusas.

• Lycra: (elastano o spandex) es una fibra sintética conocida por su gran elasticidad y resistencia. En este caso, se trata de un material que se emplea para formar tejidos, pero no lo hace por sí solo, sino que se combina con otras fibras. Entre sus ventajas encontramos su durabilidad, su gran elasticidad y la facilidad con la que vuelve a su estado original, su rápido secado y su resistencia al sudor, por lo que es empleado para numerosas prendas deportivas. Se emplea también para fabricar medias, leggins, camisetas, calcetines, ropa de baño, etc.

• Raso: tela suave que suele presentar una cara brillante y otra deslucida. Es rígida y de calidad. Se emplea para muchas prendas como ropa interior de mujer, vestidos, chaquetas, abrigos. Es igual que el Satén.

• Terciopelo: hoy en día es considerado como uno de los tejidos más complejos de producir. Es muy demandado y apreciado en la Alta Costura por los mejores diseñadores. Ofrece un tacto suave y se emplea para vestidos, faldas, abrigos y creación de pequeños detalles.

• Tejano: su uso es conocido desde el siglo XVII. Se trata de uno de los tejidos más resistentes, creado con hilos de algodón. Inicialmente, su confección era destinada a crear vestimenta para “trabajo duro”, para el que se precisaba resistencia y durabilidad, como los mineros. Actualmente, su uso está muy extendido tanto para el trabajo como para la moda.

Y vosotras, ¿habéis trabajado con estas telas? ¿Cómo os ha resultado? ¡Contadnos!

Además, si tenéis alguna sugerencia o consideráis que nos hemos olvidado de alguna, no dudéis en decírnoslo.